martes, 8 de octubre de 2013

Pasta con calabaza y parmesano

Estrenamos la temporada de calabaza con un plato de pasta, en la que acompañamos esta simpática hortaliza con queso parmesano, que aporta a la receta el contraste salado para el tono dulzón de la calabaza. Añadiendo al plato una especia como la albahaca, finalmente resulta una mezcla de sabores muy agradable.


Ingredientes (4 personas)

  • 75 g de pasta por persona
  • 700 g de calabaza
  • Queso parmesano rallado
  • 1 ó 2 cebolletas (dependiendo de su tamaño)
  • Unas hojas de albahaca fresca
  • 1 chorreón de vino blanco
  • 1 hoja de laurel
  • Aceite de oliva, sal y pimienta
Pela y corta la calabaza en trozos pequeños, quitándoles las pipas que pueda tener. Pela y pica la cebolleta. Llena el culo de una sartén con aceite y pocha en ella la cebolleta. A continuación añade la calabaza, unos pellizcos de sal y pimienta y deja rehogar. Báñala en un chorreón generoso de vino blanco y deja que se cocine en él. Una vez que se haya evaporado el vino, baja el fuego y tapa la calabaza, para que se cocine más rápido con el vapor. Deberá estar en el fuego hasta que haya hecho prácticamente un puré. Ten paciencia, pues esto te puede tomar hasta media hora. 

Cuando ya casi esté la calabaza, pon agua a hervir con dos pellizcos de sal, un pequeño chorreón de aceite y una hoja de laurel. Cuando comience la ebullición, añade la pasta y baja un poco el fuego. Una vez esté cocida, escúrrela y, sin remojarla en agua fría, pónla en una fuente. A continuación coloca sobre ella la pasta de calabaza y espolvorea sobre ella abundante queso parmesano. Tápalo durante un minuto para que se funda el queso con la calabaza. Después añade la albahaca picada, mezcla bien la pasta y sirve los platos.

Recomendación

Hay muchas variedades de calabaza, unas más dulces que otras. Si al probar la pasta de calabaza te parece que no tiene un sabor lo suficientemente dulzón, puedes añadirle media cucharadita de azúcar.


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